Ciclo Buñuel en México. "Susana, demonio y carne". 1950

Solapas principales

 

Mientras que Los olvidados (1950) era objeto de acaloradas discusiones y su estreno comercial se dilataba por temor a un estrepitoso fracaso taquillero, Buñuel se enfrentaba de nuevo a la posibilidad de no volver a dirigir por algún tiempo.

Sin embargo, la astucia del actor Fernando Soler -con quien Buñuel había trabajado en El gran calavera (1949)- y la necesidad de encontrar un vehículo comercial para la estrella Rosita Quintana, esposa del productor Sergio Kogan, volverían a colocar a Buñuel detrás de la cámara en menos de seis meses.

Basada en una sinopsis de tres o cuatro páginas escrita por Manuel Reachi, Susana (Carne y demonio) comenzó a rodarse en julio de 1950. La filmación duró tan solo veinte días. "Teóricamente, me gustaría volver a hacerla, ya con más elementos y más libertad [...] Entre las cosas que improvisé para enriquecer el argumento está la escena en que Susana seduce al muchacho dentro del pozo. El erotismo un tanto simple de esa escena se intensifica tal vez con la idea del escondite."

Fue precisamente ese erotismo simple la clave del éxito de la película. Estrenada tres meses después de Los olvidados (1950)Susana (Carne y demonio) se convirtió en el segundo éxito de taquilla de Luis Buñuel en México y recuperó su viabilidad como director comercial.

La película parte de la base de una historia melodramática a la que Buñuel agregó un buen número de imágenes y situaciones que la terminan convirtiendo en una de las obras más inquietantes de la "filmografía menor" de este cineasta. "Claro que sabía [que el guión estaba lleno de convenciones melodramáticas] y que las jugué a fondo exagerándolas a drede. Pero no traté de ser astuto haciendo lo contrario de lo que indicaba el argumento [...] No era cosa deliberada de mi parte. Intervino el subconsciente, sin duda."

Texto sacado de la web más de cien años de cine mexicano

Jueves, Octubre 18, 2012 - 21:30
entrada libre