Película que adapta con gran fidelidad la obra Goethe
Cuestiona los fundamentos del matrimonio: dos parejas pasan una temporada aislados en una casa de campo. Allí, el aislamiento y el contacto permanente ejerce sobre ellos una atracción imprevisible que amenaza con destruir las relaciones establecidas.
La trama de Las afinidades electivas es verdaderamente genial, y sus observaciones y reflexiones ponen al matrimonio contra las cuerdas. Goethe articula que la moral y el dominio del yo terminan alienando al hombre que no cede ante sus pasiones. Al igual que ciertos minerales -de cuyas acciones Goethe extrae el nombre de la novela- que se atraen o repelen según su naturaleza, así el hombre se siente atraído por la fuerza de su pasión, que es sosegada por las costumbres, particularmente por aquella alianza de lealtad que supone todo matrimonio.
Las afinidades electivas es una obra que, posiblemente, jamás perderá actualidad.