Al sistema productivo le da igual que estés borracha de amor, cachonda, angustiada o de duelo.
El capitalismo nos enjaula, quiere que dediquemos nuestro tiempo a trabajar o a consumir: el amor es improductivo.
Los feminismos reclaman la conciliación de la vida laboral y el trabajo reproductivo pero, más aún, necesitamos un modelo compatible con el placer y los afectos.
Coral Herrera Gómez