Desempolvamos nuestros mayores tesoros y los ponemos en un plato para solaz disfrute de tres o cuatro y queja de la multitud, aún así, pincharemos ópera durante un buen rato mientras jugamos unos partidos de tenis de mesa en el salón bastardo y al póquer en el vestíbulo.
Convendría ir sabiendo quien se apunta para organizar el nefasto vicio.
Sábado, Diciembre 8, 2012 - 19:45
entrada libre