Una vez reposados de los trienta conciertos de improvisación libre, decidimos darle una vuelta al concepto y proponer encuentros desenfadados e intrascendentes, con el único objeto de experimentar con sonidos e imágenes y con cualquier fórmula de creación artística que pueda llevarse a cabo en las dos o tres horas que durarán las reuniones.
El último miércoles de cada mes, como fue habitual con los conciertos de improvisación libre, convocamos a quien quiera perderse durante un buen rato por los luminosos senderos de la creación sonora y visual a encontrar un tiempo ajeno y aislarse del propio compartiendo un lenguaje que inaugure una nueva conversación.
Se trata de una convocatoria abierta hasta un extremo inusitado, dar rienda suelta a expresiones extremas, o formales, o a nada.
Invitamos a nuestros socios y a sus amigos, a nuestros amigos y a sus socios...a ver que sale...y quién aguanta.