No se trata de una nueva banda, ni de jóvenes músicos, ni hablamos de una nueva promesa que irrumpe en la escena pop/rock tinerfeña, continua la nota. Malandra lleva más de tres lustros tocando juntos, componiendo, ensayando, dando conciertos y estando presentes en la vida de muchísimos amigos y fans de esta banda casi desconocida. Sus músicos han pasado por muchas formaciones paralelas conocidas, pero Malandra siempre ha sido una constante entre ellos, quizás como capricho, como válvula de escape, o como una forma de vida.
Malandra ha abordado siempre la música desde una perspectiva muy peculiar y es lo que tiene llevar 17 años tocando entre amigos, se toca por el placer de tocar, sin esperar nada a cambio, sin estrategias planificada. Así parecen decírnoslo ellos mismos desde el segundo corte de su estrenado EP: “Una vez nací sin darme cuenta, con los ojos apagados, sin saber si despertar… “
Que hayan tardado tanto en publicar su primer trabajo no suena a letargo ni a dejadez y mucho menos mengua la sorpresa del oyente. Todo lo contrario, Malandra se encuentra despojada de la necesidad de convencer, no busca la gloria del rockstar, pero sí pretende escupir canciones honestas y transmitir su realidad y la energía que viven en su local de ensayo, y es que Malandra tiene cosas que contar. Esta honestidad caracteriza también su sonido, con crudas guitarras eléctricas de esas que cada vez hay menos en la industria musical, una banda contundente que se crece en los directos y letras en español que parecen provenir de una mutación entre Charles Baudelaire y Charly García. Y efectivamente, hay un aire de rock de otro sitio en este cuarteto, suena a rock argentino de Chicago, o como si Tom Waits hiciese un disco con Ariel Rot.
Malandra presenta Radiografía del Vacío, título de su primer single que da nombre a su EP compuesto de 4 temas ya disponibles en Spotify, iTunesy demás redes. El single se ha presentado junto a un video inspirado en otra época, con metraje de principios y mediados del siglo XX: el accidente de dirigible alemán Hindenburg, las primeras pruebas nucleares, tests humanos… caos e intriga visual que acompañan una canción donde su cantante Juan Ruiz se autoinmola, confesando sentirse cautivado espectador y partícipe de una ciudad indiferente, insensitiva, que grita de miedo soledad, “donde el aire se enloquece”.
Porcanarias3punto0 2017